miércoles, 16 de mayo de 2012

Trabajo, desempleo y crisis

Algunos chistes sobre trabajo y desempleo... que es la época, ¿no?


Un señor que busca trabajo llega a un almacen y el encargado le dice lo que hay que ir haciendo, y después de hablar un buen rato sobre la tarea a desempeñar, el hombre le pregunta:
- Bueno, y hablando de sueldo, ¿aquí cuanto se cobra...?
- Pues mira, empezarás cobrando 600€ el primer mes y a los 4 meses cobraras 900€

- Ah, bien, pues entonces mejor vuelvo dentro de 4 meses y hablamos.


Hay una gran manifestacion de 30.000 desempleados por la Gran Via pidiendo trabajo, con grandes pancartas, y a grito limpio.
En eso que llega un hombre con un Mercedes deportivo y le dice a uno de los últimos:
-- Venga usted conmigo, que tengo trabajo para darle. 
Y el hombre le responde:
- A ver, ¿ve usted a toda esa gente?
- Si, claro, les veo.
- ¿Y sabe usted cuantos hay?
- Hombre, eso depende. Segun comisiones obreras, unos 100.000. Según el gobierno apenas 1500.
-  De acuerdo, y aunque sean sólo 1500 los desempleados que hay en la manifestacion... ¿¿Se ha tenido usted que fijar precisamente en mí???? 


Están un inglés, un francés y un español tomando un vinito en un bar cuando el inglés les susurra a los otros dos:
- Oye, no mireis ahora, pero juraría que ese que se está tomando una cerveza en la esquina es Cristo.
Le contesta el frances:
- ¿Que dices?, no puede ser... aunque se parece un poco, la verdad.
- Que sí, que sí -insiste el inglés-. Estoy seguro de que es él. Voy a ir a saludarle.
Así que el inglés se acerca a la mesa de la esquina y le dice:
- Hola, disculpa pero, tú eres Jesús, ¿verdad?
- ¿Yo? ¡que vá, me confundes con otro!
- Que sí, que sí, que estoy seguro de que eres Jesucristo. Voy mucho a la iglesia y te reconocería en cualquier sitio.
El hombre le contesta:
- Vaaale, shhhh, no levantes la voz, que estoy de vacaciones, y si me reconocen todo el mundo querrá algo de mí.
- De acuerdo, por supuesto -acuerda el inglés-, pero ya que estás aquí, ¿por qué no me curas la pierna, que me la chafé hace tiempo en un accidente, y así apenas puedo alimentar a mi familia.
- De acuerdo, de acuerdo, pero no digas nada, ¿vale?
Y Jesús le cura la pierna, y el inglés vuelve contentísimo a la mesa.
El francés en seguida se da cuenta de lo que ha pasado, y él también se levanta para ir a hablar con Jesús.
- Perdona, pero he visto lo que has hecho por mi amigo -le dice-, y me gustaría que me arreglaras la espalda, que me la hernié en el trabajo y ahora me duele mucho.
- Si, si, pero baja la voz -le contesta Jesús, mientras le arregla la espalda-. Si ya decía yo que venir a tomarme una cervecita al bar era una mala idea.
El francés se va contentísimo a su mesa mientras Jesús se queda terminándose su bebida, y preguntándose cuanto tiempo va a tardar el español en venir a pedirle alguna cosa.
Sin embargo, los minutos van pasando, y en la mesa de los tres amigos no se levanta ninguno más.

Finalmente, Jesús extrañado se levanta y se acerca a la mesa para preguntar al español cómo és que él no quiere nada.
- ¿Y tú, hijo mío, no hay nada que quieras pedirme? -le dice poniéndole la mano en el hombro.
A lo que el español salta de la silla gritando:
- ¡¡¡ Ni se te ocurra tocarme, que estoy cobrando la baja !!!




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